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Última actualización el 28 de agosto de 2023 por Randy Withers
“Mis amigos me dicen que tengo un problema de intimidad. Pero en realidad no me conocen”, bromeó el comediante Gary Shandling.
Lo que Shandling no dijo fue que el miedo a la intimidad suele ser el problema. Puede evitar que las personas experimenten conexión, satisfacción y seguridad en sus seres más cercanos. relaciones y, en sus formas más graves, puede ser la razón por la que alguien se siente profundamente solo e infeliz.
La buena noticia es que terapia puede ayudar a las personas a abordar e incluso superar su miedo a la intimidad. He visto esta transformación de primera mano en mi propio trabajo con clientes. En las secciones siguientes, analizaremos más de cerca el miedo a la intimidad, sus signos y causas, vías para explorar en terapiay qué terapias pueden ser especialmente útiles.
Miedo a la intimidad: un problema común en las relaciones
Pídale a una persona promedio que nombre sus principales temores y lo más probable es que diga la muerte y hablar en público, seguidos de cerca por las arañas, las serpientes y las alturas. Lo que puede omitirse de su lista es un problema relacional prevalente y creciente: el miedo a la intimidad.
La intimidad es cercanía y familiaridad con otra persona. Una relación íntima es una cercanía que puede involucrar conexiones tanto físicas como emocionales. La intimidad saludable es una conexión fuerte con otra persona que te permite sentirte libre de ser tú mismo:
- Los valores fundamentales se expresan, comprenden y aceptan.
- Las diferentes creencias, perspectivas y opiniones se discuten abiertamente sin temor al abandono, juicio, desprecio o ridículo.
- El amor se da y se recibe con el corazón abierto.
Ejemplos de miedo a la intimidad, desde sutiles hasta extremos
El miedo a la intimidad significa que tener una conexión física y emocional a un nivel más profundo con otra persona hace que se nos ponga la piel de gallina. Hay ejemplos extremos y más obvios de esto, así como manifestaciones más sutiles.
Un ejemplo más extremo podría ser el de aquellos que intencionalmente viven aislados de los demás y evitan el contacto con los demás: los solitarios del mundo. Su miedo a la intimidad puede implicar fobia social y sentimientos de ansiedad intensos o incluso debilitantes en torno a otras personas.
Luego están los ejemplos más sutiles de miedo a la intimidad:
- Poner la guardia cuando se le pide que comparta pensamientos y sentimientos que lo hacen sentir vulnerable.
- cerrarse cuando se discuten temas que involucran conflicto y desacuerdo
- mentir o encubrir la verdad sobre sus valores, opiniones y creencias
Señales de miedo a la intimidad
Algunas señales que debe buscar podrían significar que tiene miedo a la intimidad:
- retroceder o saltar cuando lo tocan
- consumo excesivo de alcohol o sustancias que alteran la mente o el estado de ánimo
- personalidades falsas o poner fachadas
- conductas adictivas (es decir, trabajar, apostar, tener sexo, comer)
- distraerse de los demás a través de la televisión, Internet, juegos o redes sociales
- centrarse demasiado en el materialismo
- expectativas de perfeccionismo o nunca cometer errores
- Constantes desacuerdos, discusiones y/o altercados físicos con otros.
- Usar mentiras y excusas para evitar el sexo.
- Necesidad de controlar a los demás, los resultados y las situaciones.
Posibles causas del miedo a la intimidad para explorar en terapia
Hay muchas razones por las que alguien desarrollaría miedo a la intimidad, ya sea que esto suceda
durante la edad adulta o en el desarrollo infantil:
Incidentes traumáticos: Los incidentes traumáticos son eventos y situaciones que dejan a alguien con dolorosas cicatrices psicológicas. Cuando ocurre una crisis, la amenaza percibida a su vida y seguridad provoca una respuesta de “luchar, huir o congelarse”. Pueden desarrollar PTSD (trastorno de estrés postraumático) con síntomas de pesadillas, flashbacks y evitación de cualquier cosa que pueda recordarles el trauma. En ausencia de respuestas saludables, la exposición al trauma puede hacer que alguien tenga una desconfianza irracional hacia los demás y una visión del mundo negativa.
Abuso infantil: El abuso infantil puede adoptar muchas formas, como abuso físico, sexual, emocional y verbal. Los niños maltratados se vuelven temerosos de los demás y sufren de baja autoestima. Cuando los niños crecen en hogares abusivos, pueden convertirse en adultos que desconfían de los demás y esperan ser heridos o explotados.
Pérdidas y separaciones: Experimentar la muerte y la pérdida puede generar un miedo generalizado y generalizado a acercarse a los demás. Las separaciones y los divorcios pueden modelar una falta de compromiso y una incapacidad para resolver los problemas. Los problemas de abandono pueden surgir a partir de múltiples pérdidas y separaciones: en previsión de que las personas los abandonen, el individuo pone su guardia emocional.
Familias alcohólicas: Cuando el alcohol se convierte en parte del tejido de una familia, los miembros de la familia pueden terminar caminando sobre cáscaras de huevo y esperando a que caiga el siguiente zapato. El alcohol y las drogas provocan comportamientos inestables e impredecibles que pueden provocar ansiedad y depresión en los niños. El alcohol se convierte en una forma de evitar e ignorar los problemas, en lugar de aprender a afrontarlos de forma saludable.
Cómo la terapia puede abordar el miedo y mejorar la intimidad
Buscar ayuda profesional con los problemas de intimidad es crucial para superarlos. Los terapeutas pueden ayudar como persona objetiva a identificar signos y síntomas de miedo a la intimidad. A menudo, es posible que una persona no comprenda por qué se siente infeliz en relacionestener problemas con el compromiso y/o tener conflictos excesivos en una relación.
Los terapeutas también pueden ayudar a descubrir las causas fundamentales del miedo a la intimidad. Un buen terapeuta comprenderá cómo un desarrollo infantil poco saludable puede generar dificultades para conectarse con los demás. También deberían poder identificar los comportamientos, pensamientos y actitudes que contribuyen a los miedos a la intimidad.
Una vez que hayan ayudado a identificar estos problemas, el terapeuta desarrollará estrategias con su cliente sobre cómo superar las barreras que se interponen en el camino de la verdadera intimidad. Cuando el alcohol o las drogas contribuyen al problema, un abuso de sustancias El consejero puede sugerir y fomentar algunas habilidades de afrontamiento más saludables para afrontar los problemas de intimidad. Los terapeutas también pueden ayudar a sus clientes a desarrollar un programa sostenible y a largo plazo de recuperación de los trastornos de la intimidad.
Terapias recomendadas para abordar el miedo a la intimidad
Con las numerosas terapias disponibles en la actualidad, puede resultar difícil saber cuál será más eficaz para abordar el miedo a la intimidad. Por mi propio trabajo con clientes, he encontrado que estos tres son útiles:
- Cognitivo Conductual Terapia (TCC) ayuda a explorar patrones de pensamiento que causan emociones negativas y comportamientos destructivos.
- Reprocesamiento de desensibilización por movimientos oculares (EMDR) desensibiliza y reconsolida los recuerdos traumáticos y reemplaza las creencias centrales negativas con creencias positivas.
- Consejería Familiar enseña a parejas y familias cómo comunicarse mejor y resolver conflictos.
Un ejemplo de la vida real de cómo puede ayudar la terapia
Superar el miedo a la intimidad puede parecer desalentador, pero con la terapia, las personas pueden experimentar avances que cambian sus vidas. relaciones. Aquí hay sólo un ejemplo de la vida real:
Uno de mis clientes anteriores, un bombero de Chicago, acudió a tratamiento después de desarrollar trastorno de estrés postraumático por la exposición diaria a crisis y emergencias. Cuando me vio, él también era adicto al alcohol y consumía alcohol para adormecer el dolor de los flashbacks traumáticos.
Este hombre tenía un largo historial de toxicidad. relaciones, incluido un segundo matrimonio con una mujer que había sido abusada sexualmente cuando era niña. Cuando los dos se conocieron, desarrollaron una fuerte atracción física casi de inmediato y ella quedó embarazada.
También tenían problemas con la intimidad emocional y estaban en un ciclo constante de discusiones, rompiendo y volviendo a estar juntos. Después de que el bombero recibiera tratamiento para el trastorno de estrés postraumático y el alcoholismo, pudo compartir con su esposa sobre el trauma que había sufrido. Ella misma entró en terapia y pudieron trabajar juntas para entenderse mejor y mejorar su intimidad.
En una época en la que enviar mensajes de texto y medios de comunicación social dominan nuestras formas de relacionarnos unos con otros, la verdadera intimidad es cada vez más difícil de conseguir. Los trastornos de ansiedad social se han vuelto cada vez más frecuentes cada año, dicen los expertos, y las tasas de soledad nunca han sido tan altas. Cuando la desconexión de los demás es la nueva enfermedad de la sociedad moderna, la cura es encontrar una conexión más profunda e íntima con los demás. Abordar el miedo a la intimidad puede ser el comienzo.
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