Denise Brown, Coordinadora Humanitaria de la ONU para República Centroafricana, estuvo presente profundamente conmocionado y consternado por los atentados del 7 y 9 de abril.
Seis rescatistas y un trabajador de la salud resultaron heridos, uno de gravedad.
Gente vulnerable
Los ataques obligaron a una organización humanitaria a hacerlo suspende sus clínicas móviles y actividades para mejorar el acceso al agua potable de unas 11.000 personas en áreas remotas de la prefectura de Basse-Kotto.
“Cada vez que se ataca a los trabajadores humanitarios, la vida de miles de personas vulnerables está en juego. Los voluntarios que ayudan a las personas en condiciones extremadamente difíciles no deben ser atacados”. dijo la Sra. Brown.
La República Centroafricana tiene una población de alrededor de cinco millones de personas, más de la mitad de las cuales necesitan asistencia humanitaria.
Un entorno desafiante
Según la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU, el país es uno de los mayores desafíos para los trabajadores humanitarios. OCAHy los incidentes de seguridad dificultan la entrega de la ayuda que tanto se necesita.
Entre el 1 de enero y el 15 de abril de este año se registraron allí unos 43 incidentes que afectaron a organizaciones humanitarias, en los que resultaron heridos 11 trabajadores.
Se ha registrado al menos un incidente por día durante el año pasado, la mitad de los cuales fueron robos, robos y robos.
“Los civiles son las principales víctimas del conflicto en República Centroafricana y la asistencia humanitaria es una cuestión de vida o muerte para millones de personas. La ayuda humanitaria que llegue en su rescate de manera neutral e imparcial debe tener acceso libre y seguro”. dijo la Sra. Brown.
Más de tres millones de personas en la República Centroafricana, el 63 por ciento de la población, necesitarán asistencia humanitaria este año.
La cifra incluye a 2,2 millones de personas con necesidades graves que, según organizaciones humanitarias, no pueden sobrevivir sin la ayuda y protección que necesitan.
El año pasado, las organizaciones de ayuda ayudaron a alrededor de 1,8 millones de personas en situaciones de emergencia.