El ser humano siempre ha enfrentado riesgos existenciales. En los albores de nuestra especie eran muchas las amenazas y pocos los recursos. Un volcán, un meteorito, una enfermedad simple, etc., podría haber extinguido la especie. Esto no sucedió, pero el riesgo no ha desaparecido; tenemos unos límites, aunque a veces los ignoramos e incluso, podemos considerar que, frente a otras especies, nuestra capacidad de adaptación es muy limitada.
Por otro lado, hoy estamos en condiciones de controlar muchos factores, pero no todos. A raíz de esto, en 2012 se creó el Centro para el Estudio del Riesgo Existencial en la Universidad de Cambridge (Inglaterra). Desde allí se ha postulado que en la actualidad existen cuatro factores básicos que podrían acabar con la especie. Son los siguientes.
“En nuestro tiempo los mayores riesgos a que nos enfrentamos tienen una alta probabilidad de ser el resultado de nuestras actividades”.
-Seán Ó hÉigeartaigh-
La inteligencia artificial, ¿el mayor de los riesgos existenciales?
muchos expertos piensa que la inteligencia artificial es uno de los frentes por los que tendremos mas problemas. Daniel Dewey, un científico de prestigio, indica que estamos comenzando a confiar en tecnología que parece producir unos resultados positivos, pero de la que no sabemos muy bien el trasfondo. Sabemos que hay un modelo, pero la sofisticación es tal que podemos llegar a no conocer realmente el trasfondo del mismo. Sabemos que, bajo determinados parámetros de entrada, acierta, y bajo otros, falla. Pero, ¿por qué?
Existe el riesgo de que la inteligencia informática se ponga al servicio de intereses hegemónicos, con el propósito de ejercer dominio y control absoluto sobre los humanos. También es posible que los propios sistemas terminen siendo capaces de programarse a sí mismos y crean una superinteligencia, superior a la de cualquier ser humano. Hablamos de una ciencia ficcion que cada vez es menos ficcion.
El cambio climatico
Otro de los grandes riesgos existenciales es el cambio climático. Es un fenómeno que ya está presente y frente al cual no se ha actuado con la celeridad y la eficiencia con que se debería. Los datos indican que durante el último siglo los 20 países más ricos del mundo han consumido más materia prima y más recursos energéticos no renovables, que todos los seres humanos a lo largo de su historia y prehistoria. Al mismo tiempo, desde la mitad del siglo XX han nacido más personas que en toda la historia.
El riesgo está en que el consumismo y el uso intensivo de tecnologias sucias provoquen cambios irreversibles en el clima. A partir de esto, se puede producir el agotamiento de los recursos básicos, como el agua, además de cambios en los ecosistemas que acaben con varias especies. Esto podría llevar a nuestra extinción.
La biotecnologia
Los experimentos con microorganismos pueden, que incluso en la actualidad se hacer en casa, podrían llevar a la creación de una peste planetaria sin control. Así mismo, la manipulación genética tiene el potencial para propiciar una secuencia de eventos imprevistos que conduzcan a un gran accidente biológico.
De otro lado, la nanotecnología también se encuentra dentro de los riesgos existenciales. Estos robots microscópicos que pueden insertarse en el organismo podrían generar una “plaga gris”. Esto es una reproducción incontrolada que se enfoca en consumir la materia viva.
la guerra nuclear
Durante la Guerra Fría hubo muchos momentos en los que estuvimos a punto de iniciar una guerra nuclear, sobre todo, por errores en informes o por interpretaciones equívocas de los hechos. No se necesita que dos naciones con armas nucleares se enfrenten para que se provoque una catástrofe atómica.
Si se produce una guerra nuclear entre las grandes potencias, millones de personas morirían por efecto de la radiación. Después de esto, vendría lo que se conoce como “invierno nuclear”: el exceso de materia en la atmósfera llevaría a tapar los rayos del sol, provocando oscuridad y fríos extremos. Esto reduciría de forma dramática la producción de alimentos y pondría en riesgo la supervivencia de la especie.
Los riesgos existenciales suelen versar como factores ajenos a la vida de la mayoría de las personas. Eso es precisamente uno de los factores que los vuelve tan peligrosos. Es muy importante que todos seamos conscientes de esos peligros y que, desde donde estemos, contribuyamos a reducirlos.