El bailarín y coreógrafo Rafael amargo Ha quedado en libertad provisional, sin fianza y con cargos este sábado tras prestar declaración ante el juez de guardia de Alicante como investigado por un presunto delito de tráfico de drogas.
El titular del Juzgado de Instrucción 2 ha acordado que Amargo está obligado a comparecer acto apud los días 1 y 15 de cada mes en la corte y tener prohibido salir del pais. Además, el juez de guardia ha sido inhibido de las diligencias a favor del Juzgado de Instrucción número 27 de Madrid, competente para continuar con la instrucción habiendo abierto previamente causa por estos hechos.
La magistrada ha denegado la prisión provisional evitable con fianza de 6.000 euros que pedía el Ministerio Fiscal para la detenida porque entiende que no hay un riesgo tan alto de fuga lo que hace imprescindible esta medida, existiendo otras alternativas como las acordadas.
En este sentido, la jueza justifica su decisión en que al investigado ya le han retirado el pasaporte otro juzgado de Madrid, donde realiza presentaciones quincenales sin que se registre ningún incidente, y tiene arraigo en España, donde es una figura publicalo que le dificulta eludir la acción de la Justicia.
El artista granadino fue trasladado a primera hora de la mañana a los juzgados de la localidad alicantina -esposado en un furgón de la Policía Nacional- desde los calabozos de la comisaría provincial, donde permanece desde que fue arrestado el jueves pasado. Bitter había ido a actuar a Alicante y fue detenido en la estación de tren de la ciudad.
También se le atribuye una presunta crimen de ataque contra la autoridad y dos de lesiones, pues en el momento de la detención se resistió y provocó lesiones a dos agentes: incluso mordió a uno de ellos en la mano y le dio un cabezazo a otro, que le rompió los anteojos. Además, él mismo se provocó daños en un hombro.
Rafael Amargo ya fue detenido en diciembre de 2020, en el marco de una operación denominada ‘Codax’. Los investigadores le atribuyen un delito contra la salud pública, por vender presuntamente sustancias estupefacientes en su casa de Madrid, por lo que La Fiscalía le pide 9 años de prisión. De hecho, el juicio está previsto para junio próximo en la capital.
Ahora, se enfrenta a acusaciones similares tras la denuncia presentada el pasado mes de julio por sus propios vecinos, que se quejaban del continuo movimiento de personas «que parecen drogadictos» en el piso del bailaor. “En el portón de la finca se han visto jeringas, papel blanco (aluminio) y colillas”, dice la denuncia. Por orden judicial, la Policía inició en agosto un dispositivo de vigilancia y intervenido en las comunicaciones del bailaor.
Los agentes confirmaron que Amargo supuestamente actuó como intermediario a cambio de una comisión por la venta de drogas, que él mismo compraría a un proveedor. El presunto proveedor fue detenido y luego liberado hace unas semanas tras allanar su domicilio.