Vivieron juntos durante muchos años y cuando llegó el momento de irse, también se fueron juntos.
Los humanos forman un fuerte vínculo con sus mascotas, ya sean perros, gatos, pájaros, peces o incluso serpientes. Da igual el tipo de animal que tengas en casa, la convivencia diaria genera una conexión prácticamente inquebrantable entre ambos.
La historia de una mujer y su gato son un claro ejemplo de ello. Desde el momento en que se conocieron se volvieron inseparables y pasaron toda la vida juntos. Sin embargo, es hora de que todos dejemos este mundo y este par lo hizo casi al mismo tiempo, demostrando que no podían vivir el uno sin el otro. Cuatro horas después de que la gata cerrara los ojos definitivamente, su dueña también lo hizo.
Gabby, la gata, tenía dos años cuando una dulce pareja de ancianos la adoptó. Los tres se hicieron buenos amigos y les encantaba pasar tiempo juntos dándose mucho cariño. Se sentía muy cómoda en los brazos de los dos dueños de ella. Lamentablemente, el hombre perdió la vida, dejando solos a sus compañeros.
Ahora el gato y la mujer sólo se tenían a sí mismos.
Se mudaron a un complejo de apartamentos para personas de la tercera edad donde ambos recibirían la atención adecuada. En el lugar no solo se encargaron de cuidar muy bien a la abuela, también se encargaron de que a Gabby no le faltara de nada. Todos fueron testigos del enorme cariño entre los dos y de lo mucho que disfrutaban de la compañía del otro. Iban juntos a casi todas partes y durante las noches, Gabby se quedaba despierta cuidando a su humano.
Pero Gabby también llegó a la vejez y sabía que el final de sus días estaba cerca. El gato se alejó de repente; prefería la soledad a pasar tiempo en el regazo de su dueño, quien por su parte, le disminuía el apetito. La mujer se puso muy delgada y su gato hizo lo mismo; sin embargo, todo parecía indicar que Gabby iría primero.
La mujer llevó a su compañero felino al veterinario, quien le dijo que lo mejor era ponerla a dormir. Con todo el dolor en su corazón, la abuela estuvo de acuerdo y se quedó al lado de su gato mientras exhalaba su último aliento. No la dejó sola en el último momento de su vida.
La anciana volvió a casa para dejar también este mundo.
Cuatro horas después del evento, la mujer se fue en paz, probablemente para encontrarse con su amada mascota en el más allá. Al regresar del veterinario, la abuela yacía en el sofá, esa fue la última vez que alguien la vio con vida. A las pocas horas, perdió la vida, para sorpresa de todos.
Realmente eran inseparables y aparentemente, no podían vivir el uno sin el otro. La conmovedora historia ha asombrado a muchos, ya que ambos compañeros de vida se fueron al mismo tiempo. Este curioso evento nos muestra la increíble conexión que se puede formar entre un humano y su mascota y también nos enseña que los animales pueden ser mucho más que mascotas. Son buenos amigos, socios y parte de la familia.
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