No cabe duda de que tarde o temprano los grandes gestos terminan siendo recompensados, de hecho, a veces no es necesario esperar algo a cambio, sino que se hace por la bondad de un buen corazón. Tal es el caso de Rafael Villacop, un vendedor de comida que actuó casi como un padre con algunos estudiantes.
Estudiar no es fácil, al contrario, se requieren muchos sacrificios para llegar a la meta y concluir lo que puede costar tanto. Por eso Brenda y Natalia aprovecharon su gran momento en la graduación para agradecer a alguien que las había apoyado para que pudieran llegar a clase con el estómago lleno.
Vale la pena compartir esta historia, ya que es un merecido homenaje a un hombre que hizo todo lo posible por alimentar a dos niñas hambrientas.
Rafael es un vendedor de comida que al ver lo hambrientas que estaban Brenda y Natalia decidió ofrecerles empanadas y otro tipo de frituras al enterarse que no desayunaban para ir a la escuela. A pesar de que sabía que no podía recibir pago a cambio de esa comida, decidió ayudarlos y así los siguió alimentando hasta que ambos lograron graduarse de la Institución Educativa Mariscal de Sampués, Sucre en Colombia.
Al terminar sus estudios, no quisieron olvidar su conmovedor gesto, por lo que al graduarse quisieron agradecer públicamente al hombre que los vio crecer durante años y que siempre los inspiró a seguir estudiando.
“Gracias ‘Pilinki’ por ayudar a muchos jóvenes de esta institución a hacer posible su sueño, contando con tu apoyo de confiarnos frituras para que no pasen hambre en clase”, aseguraron los estudiantes.
Luego de recibir su diploma, ambas jóvenes se dirigieron al puesto del hombre para tomarse una foto con la persona que estaba a su lado.
La usuaria Mabel Gasca compartió la conmovedora historia a través de Twitter donde la acompañan dos fotografías de la joven junto al vendedor.
“Estos recién egresados del colegio Mariscal de Sucre de Sampués llevaron su diploma de grado a Rafael Villacop, un vendedor de frituras, quien durante años les dio empanadas cuando se enteró que no habían desayunado y no tenían dinero para pagar. ¡Todavía hay gente buena!», se puede leer en la publicación.
Tras ser compartida en Twitter, miles de usuarios se volcaron a comentar y compartir la tierna y desinteresada historia de estas tres personas.
Estos recién egresados del colegio Mariscal de Sucre de Sampués llevaron su diploma de grado a Rafael Villacop, un vendedor de frituras, quien durante años les confió empanadas al enterarse que no habían desayunado y no tenían dinero para pagar
¡Todavía hay gente buena!
—Mabel Gasca (@mabelgasca) 11 de diciembre de 2022