El bronceado ha ganado una inmensa popularidad entre personas de todas las edades, especialmente durante el verano. La mayoría de las personas son conscientes de los peligros generales asociados con el bronceado, pero hay algunos hechos inesperados que pueden hacer que te alejes de la cama de bronceado. Cubriremos 4 de ellos a continuación.
1. El bronceado está asociado con un mayor riesgo de cáncer de piel en adolescentes.
Es posible que haya oído que la exposición a la radiación ultravioleta (UV) del sol o de las camas de bronceado puede dañar el ADN de las células de la piel, lo que puede provocar el desarrollo de cáncer de piel. Pero, ¿sabía qué tan alto es el riesgo para los adolescentes?
De acuerdo con Academia Americana de Dermatología (AAD), cuando usa una cama de bronceado a los 19 años o menos, aumenta su riesgo de melanoma en un 47%. El melanoma es la forma de cáncer más letal, y cada vez que entras en esa cabina, tu riesgo aumenta.
2. El bronceado puede ser adictivo.
Apuesto a que no sabías que el bronceado puede ser adictivo. Buscar realizado por la AAD, sugiere que alrededor del 20% de las mujeres que usan camas de bronceado se vuelven adictas. Y eso es ser adicto al bronceado, no broncearse.
Los investigadores creen que la razón detrás de esto es que el cerebro libera endorfinas. Las endorfinas producen una sensación de placer y recompensa en el cerebro, lo que puede generar un deseo de seguir bronceándose para sentir esa euforia.
Pero eso no es lo único que libera tu cerebro. El bronceado también desencadena la liberación de dopamina, un neurotransmisor relacionado con el placer y la recompensa, lo que intensifica la adicción. La combinación de endorfinas y dopamina puede crear un ciclo de placer alrededor del bronceado del que es difícil escapar.
3. El bronceado puede hacerte lucir mayor para tu edad.
La mayoría de la gente sabe que el bronceado puede causar cáncer de piel, pero también puede provocar un envejecimiento prematuro. El bronceado descompone el colágeno, una proteína que da elasticidad a la piel. Cuando el colágeno se daña, la piel pierde elasticidad, lo que significa que no puede recuperarse ni mantenerse en su lugar, lo que genera arrugas y flacidez en la piel.
Esa piel bellamente bronceada no durará. Además de dañar el colágeno de la piel, el bronceado puede causar hiperpigmentación. Esto significa que los parches de piel aparecerán más oscuros que la piel circundante.
Las pecas son el ejemplo más común de hiperpigmentación resultante del bronceado, pero también pueden provocar melasma.
4. El bronceado puede dañar tus ojos.
Es fácil pasar por alto el hecho de que el bronceado también puede dañar los ojos. La radiación ultravioleta (UV), emitida por el sol y las camas de bronceado, puede causar fotoqueratitis, que es esencialmente una quemadura solar en el ojo.
Piense en lo dolorosa que puede ser una quemadura de sol regular en su piel; ahora imagínese eso en su ojo. Cuanto más tiempo absorban sus ojos la radiación UV, más dolorosa puede ser la fotoqueratitis.
El bronceado en interiores también aumenta el riesgo de cataratas, que nublan el cristalino del ojo. El resultado suele ser la pérdida de la visión que requiere cirugía correctiva.