En ocasiones, no hace falta expresar con palabras que el cuerpo lo está pasando en un momento dado. Basta con mirarnos al espejo y prestar atención a algunos detalles en el rostro para detectar a tiempo las posibles enfermedades que estemos manifestando.
Como dice el dicho: “el rostro es el reflejo del alma”. A veces, también lo es de la salud, pues se convierte en uno de los mejores indicadores de que algo no anda bien en el organismo.
13 señales en nuestro rostro que reflejan enfermedades
Ten en cuenta que estas señales no siempre reflejan enfermedades, sino que pueden ser un efecto de cambios hormonales o de falta de sueño, entre otras causas. Por lo tanto, ante la mínima sospecha de padecer una enfermedad grave, lo mejor es acudir a un médico para que realice su diagnóstico y recomiende el tratamiento más oportuno.
1. Bolsas y ojeras bajo los ojos
Por lo general, son rasgos adquiridos por cuestiones genéticas. Sin embargo, puede ocurrir el caso de que aparezcan de la noche a la mañana, haciéndote lucir con mal aspecto.
En caso de observar algunos cambios irregulares en tus lunares o marcas de nacimiento tras los días, es mejor que acudas a un dermatólogo para que sea el profesional quien lo
6. Erupción en la cara en forma de mariposa
Esta tiende aparecer como una mancha roja y más extensa sobre el rostro y puede deberse a una enfermedad conocida como lupus eritematoso sistémico
Es importante acudir al médico para que realice análisis y recomiende el tratamiento oportuno, según el caso.
7. Descamación de la piel alrededor de la boca y la nariz
Estas señales te alertan sobre una falta de vitaminas como la A, B, C o E. Se puede presentar una considerable pérdida del cabello, fragilidad en la uñas y debilidad generalizada en el resto del cuerpo.
Pide consejo a un nutricionista y comienza por reajustar tu dieta añadiendo alimentos con las vitaminas que te faltan. Estos déficits, al largo plazo, pueden ser muy perjudiciales para la salud.
8. Erupción en la zona de triángulo nasolabial
¿Notas una erupción en el rostro? Si ocurre en lugares muy puntuales como los labios o nariz, señala que es probable que sufras de un herpes.
No hay de qué preocuparse, ya que suele curarse por sí solo. No obstante, la aplicación de una pomada farmacéutica no es mala idea.
9. Grietas en los labios
Si presentas grietas y sequedad excesiva en los labios es muy importante que consumas abundante agua. Asimismo, los bálsamos para labios también pueden ser una buena solución.
Por lo general, puede deberse a una falta de hidratación, exposición al sol o alergia. No obstante, es importante prestarle atención.
10. Exceso de vello facial
Este es otro de los rasgos adquiridos a causa de herencia familiar. No obstante, esto no descarta que pueda tratarse de un cambio hormonal originado por el síndrome de ovarios poliquísticos (SOP).
Si es el caso, acude al ginecólogo para recibir un tratamiento adecuado. Él determinará la causa del problema.
11. Hiperpigmentación en el rostro
Esta señal tiende a manifestarse durante la etapa de embarazo de muchas mujeres. Aparece como una especie de mancha en la zona de las mejillas o el tabique nasal.
Se reconoce como un tipo de hiperpigmentación llamada paño o melasma. Conviene acudir al médico, en especial si no se relaciona con el embarazo.
12. Cejas y pestañas delgadas
Sin recurrir a alguna cirugía o tratamiento, de repente notas que las cejas están más delgadas o que has perdido pestañas.
Presta atención, ya que puedes estar sufriendo de las glándulas tiroideas. En la medida de lo posible es conveniente que te hagas exámenes de sangre y acudas al médico.
13. Acné y sarpullido en la barbilla
La barbilla está asociada a las hormonas. Así, entre los factores que pueden favorecer la aparición del acné o sarpullido encontramos:
- Estrés.
- Falta de sueño.
- Desajuste hormonal.
¿Qué hacer si se presentan alguna de estas señales en el rostro?
En la mayoría de los casos, no tendrá mayor importancia. No obstante, es importante acudir al médico y realizarse chequeos con frecuencia para descartar problemas más graves.
En ocasiones, puede deberse a una época de estrés, desajustes hormonales o, incluso, a falta de sueño. Intenta comer de forma más saludable. Añade vegetales a tus comidas diarias y revisa tus hábitos. Notarás la diferencia.